Zao Wou-Ki ha muerto. Era uno de mis pintores favoritos.…

Carnet de voyage- Georgestown, Malasya – 1
Este verano mis pasos me llevaron a Malasya, y pase 3 dias en Georgestown, ciudad declarada patrimonio de la humanidad, situada en la isla de Penang, al noroeste del pais.
Mis suelas se quemaron al pisar y recorrer tantos callejones, maravillada delante de estas fachadas llegadas desde otros tiempos. Georgestown no es una ciudad museo, sigue viviendo intensamente con su mezcla increible de poblaciones, China, Malasia, y Hindu.
Los Chinos traeron su arquitectura tan peculiar, que ya apenas existe en China, estas casitas de una planta con los talleres abiertos a la calle, y la vivienda encima, con sus frescos porticos de colores vivos, su grafica, sus mini-templos colgados de los pilares, sus rojos y dorados….Entrar en Little India es como llegar a un bazar de Delhi, repleto de mercancias y objetos de culto, por todas partes estos templos, esta devoción, estos colores…
.Luego pararse en el palacio de un self-made man Chino de los años 20 y admirar la riqueza halucinante de los muebles y materiales, los juegos de luz, las celosias de madera preciosa y nacar, las paredes verdosas y azuladas, el ruido de una fuente, las palas de un ventilador de laton que refresca la frente…
El susu tea en un Kopibar donde se reunen los viejos chinos alrededor de las antiguas mesas redondas de marmol.
El ritual del cocktail en la terraza del Easten and Oriental Hotel, mirando al mar, imaginando los aventureros, escritores, soñadores de todo tipo que vinieron a realizar sus sueños aqui….
Recomiendo! Para inspirarse de toda esta riqueza…
Mis suelas se quemaron al pisar y recorrer tantos callejones, maravillada delante de estas fachadas llegadas desde otros tiempos. Georgestown no es una ciudad museo, sigue viviendo intensamente con su mezcla increible de poblaciones, China, Malasia, y Hindu.
Los Chinos traeron su arquitectura tan peculiar, que ya apenas existe en China, estas casitas de una planta con los talleres abiertos a la calle, y la vivienda encima, con sus frescos porticos de colores vivos, su grafica, sus mini-templos colgados de los pilares, sus rojos y dorados….Entrar en Little India es como llegar a un bazar de Delhi, repleto de mercancias y objetos de culto, por todas partes estos templos, esta devoción, estos colores…
.Luego pararse en el palacio de un self-made man Chino de los años 20 y admirar la riqueza halucinante de los muebles y materiales, los juegos de luz, las celosias de madera preciosa y nacar, las paredes verdosas y azuladas, el ruido de una fuente, las palas de un ventilador de laton que refresca la frente…
El susu tea en un Kopibar donde se reunen los viejos chinos alrededor de las antiguas mesas redondas de marmol.
El ritual del cocktail en la terraza del Easten and Oriental Hotel, mirando al mar, imaginando los aventureros, escritores, soñadores de todo tipo que vinieron a realizar sus sueños aqui….
Recomiendo! Para inspirarse de toda esta riqueza…
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